El matrimonio con los no musulmanes
Por el Imam Mahmud Husain, Director del Centro de Altos Estudios Islámicos, Argentina
Dice el Sagrado Corán: Hoy quedan permitidas para vosotros las bondades, y la comida de los que recibieron la Escritura [judíos y cristianos] es lícita para vosotros [los granos y vegetales], y vuestra comida es lícita para ellos [podéis darles en caridad]. Y [son lícitas para vosotros] las castas de las creyentes [con prioridad a otras], y las castas de los que recibieron la Escritura antes que vosotros, si les dais sus dotes. Que sean honradas, no libertinas, ni con amantes. Pero al que sea impío a la Fe [vaya contra los principios y las prácticas del Islam], se le habrán frustrado sus obras, y en el más allá será de los perdidosos. (5:5).
La autorización del versículo quinto de casarse con las castas de la gente de la Escritura, contradice a otros versículos y los abole, por ser los estos últimos anteriores a él. Dice en otro lugar: Y no desposéis a las impías hasta que sean creyentes (2:221). Si extendemos la impiedad a judíos y cristianos, pues el Mensaje divino de ambas religiones hoy se encuentra tergiversado, entonces las mujeres cristianas y judías no podían ser desposadas, según el versículo de la sura segunda, hasta que no se hicieran musulmanas. Sin embargo, el versículo de la sura quinta lo permitió al decir: Y [son lícitas para vosotros] las castas de los creyentes [con prioridad a otras], y las castas de los que recibieron la Escritura antes que vosotros, si les dais sus dotes.
En la actualidad, debido a que el concepto mismo de "los que han recibido la Escritura" está muy alterado, pues cada vez más se han ido separando de la Revelación original, y la han ido tergiversando, sería prudente evitar el matrimonio con ellos, tanto del varón como de la mujer musulmanes, lo cual hoy se ha generalizado en algunos países de occidente.
La palabra "castas", al-muhsanát, es explicada más adelante en el mismo versículo al decir que sean honradas, no libertinas, ni con amantes, y se extiende sin restricción a todas las mujeres. El versículo que estamos comentando es similar al que dice: Y os es lícito cuanto esté más allá de esto [de lo prohibido], que procuréis con vuestra fortuna a las honestas, no a las adúltera, y por cuanto gocéis de ellas dadles, pues, su dote como deber [ante Allah] (4:24).
Y así como el versículo pone como condición la castidad en la mujer, para que el hombre la despose, lo hace con el hombre al decir ni con amantes. Es decir, el hombre que cae en esa maldad queda en la misma condición de la mujer fornicadora. Dice el Sagrado Corán: El fornicador no desposará sino a una fornicadora, o a una idólatra. (24:3). Y un hadiz expresa: "No desposará el fornicador latigazo sino a una igual". (Mujtásar Ibn Kazír, I, p. 488).
El sentido último de las licitudes anteriores, de comida y matrimonio con la gente de la Escritura, es asimilarlos al Islam, no el de equipararlos a los creyentes, ni tampoco la simple convivencia pacífica con ellos. Esto último no se rechaza, todo lo contrario, pero debe servir a un fin superior: No al simple goce, y a convivir como animales, cada uno de una especie diferente, sino llegar a lo más importante de la convivencia que es la educación, y la educación es el Islam.
Cuando el Sagrado Corán se refiere, en el versículo antes citado, al matrimonio es como si lo equiparara a la comida, como en otros versículos cuando se refiere a la muerte cita también al sueño, como ejemplo de la muerte. Para el matrimonio existen las mismas condiciones que para la comida, o viceversa, de tal modo que en el versículo 5:5 encontramos lo que en realidad se autoriza en cuanto a la gente de la Escritura, tanto de la comida como del matrimonio, es lo mínimo: En el caso de la comida, los granos y las verduras, pues no hay seguridad sobre su sacrificio animal.
En segundo término, es desaconsejado el matrimonio permitido con las de la Escritura, y en caso de casarse con ellas, es preferible no tener hijos de ellas, pues la madre influye en la educación de sus hijos. Porque si ella continúa siendo judía o cristiana, y en tanto lo sea, reafirma su fe contra la de su esposo. Por el contrario, la mujer debería seguir la opinión de su esposo en materia de fe. Entonces, no se puede confiar la educación de los hijos a un no-musulmán, porque, como sabemos, el Islam es educación. Y aún cuando no sea la esposa, no se confía a la mujer cristiana o judía la crianza de los propios hijos, ni que les den a amamantar, ni dejarlos a su cargo. Porque los musulmanes no deben quedar bajo la autoridad, ni la influencia de otros, así como cristianos y judíos están lejos de aceptar nuestra autoridad e influencia. Por el contrario, cuando se casan con musulmanes, la mayoría de las mujeres no-musulmanas tratan de contradecir la Fe del Islam, desviando al musulmán. He conocido casos de personas que ponen cerdo a propósito en la comida de su esposo musulmán.
Tradiciones acerca del matrimonio con no-musulmanes
En Tafsir Al-`Aiiashi también se narra, de parte del Imam Yá`far Al-Sádiq (P), sobre el pasaje del mismo versículo: Hizo lícitas para vosotros las castas de entre las creyentes con [prioridad a otras], y las castas de los que recibieron la Escritura antes que vosotros, si les daís sus dotes: "Son las honestas [de ambos grupos]". En otra tradición sobre las creyentes: "Son las musulmanes [exclusivamente]" (Tabatabái, V, p. 216).
Y en Tafsir Al-Qúmmi, de parte del Profeta (BPDyC), se expresa: "Solamente es lícito desposar de la gente de la Escritura [a las] que dan la capitación (al-yizíah), y las otras, no es lícito su desposamiento" (Id.). Es decir, si no dan la capitación se trata de gente hostil al Islam.
En Al-Kafi y en Al-Tahdhíb, dos fuentes imamitas, de parte del Imam Muhammad Al-Báqir (P), se dice que expresó: "Sólo se permite de ellas [de judías y cristianas] desposar a las simples" (Id.) Es decir, a las que no tienen formación religiosa, que las fanatice contra el Islam.
En Al-Faqíh, sobre el mismo tema, el Imam Ya`far (P) expresó en parte de su explicación: "Si procede alguien [a desposarla], que le impida beber embriagantes y comer cerdo. Pero sabe tú que en cuanto a su fe [la del musulmán], recibe un menoscabo (o desprestigio)". (Id.).
Del Imam Al-Báqir (P), en la fuente Al-Faqíh, respondiendo a una pregunta sobre el matrimonio con una mazdea, dice: "No [debe desposarse], pero si alguien tiene una doméstica mazdea, no habrá objeción en que la despose, pero que evite embarazarla, y que no desee tener hijos de ella." (Id.).
En Al-Kafi, el Imam Yá`far Al-Sádiq (P), expresa en una tradición: "No deseo que el hombre musulmán despose a una judía o a una cristiana, por temor a que su hijo se haga judío o cristiano" (Tabatabái, V, pp. 216-217).
En Tafsir Al-`Aiiashi también se narra, de parte del Imam Yá`far Al-Sádiq (P), sobre el pasaje del mismo versículo: Hizo lícitas para vosotros las castas de entre las creyentes con [prioridad a otras], y las castas de los que recibieron la Escritura antes que vosotros, si les daís sus dotes: "Son las honestas [de ambos grupos]". En otra tradición sobre las creyentes: "Son las musulmanes [exclusivamente]" (Tabatabá`i, V, p. 216).
Y en Tafsir Al-Qúmmi, de parte del Profeta (BPDyC), se expresa: "Solamente es lícito desposar de la gente de la Escritura [a las] que dan la capitación (al-yizíah), y las otras, no es lícito su desposamiento" (Id.). Es decir, si no dan la capitación se trata de gente hostil al Islam.
En Al-Kafi y en Al-Tahdhíb, dos fuentes imamitas, de parte del Imam Muhámmad Al-Báqir (P), se dice que expresó: "Sólo se permite de ellas [de judías y cristianas] desposar a las simples" (Id.) Es decir, a las que no tienen formación religiosa, que las fanatice contra el Islam.
En Al-Faqíh, sobre el mismo tema, el Imam Ya`far (P) expresó en parte de su explicación: "Si procede alguien [a desposarla], que le impida beber embriagantes y comer cerdo. Pero sabe tú que en cuanto a su fe [la del musulmán], recibe un menoscabo (o desprestigio)". (Id.).
Del Imam Al-Báqir (P), en la fuente Al-Faqíh, respondiendo a una pregunta sobre el matrimonio con una mazdea, dice: "No [debe desposarse], pero si alguien tiene una doméstica mazdea, no habrá objeción en que la despose, pero que evite embarazarla, y que no desee tener hijos de ella." (Id.).
En Al-Kafi, el Imam Yá`far Al-Sádiq (P), expresa en una tradición: "No deseo que el hombre musulmán despose a una judía o a una cristiana, por temor a que su hijo se haga judío o cristiano" (Tabatabá`i, V, pp. 216-217).
Según una de las tradiciones, el Profeta (BPDyC) puso como una de las condiciones principales para desposar, en última instancia, a una mujer escrituraria, que sus familiares aporten la yizíah, es decir que estén sometidos al Islam. Porque es una manera de asimilar a esas personas a la cultura islámica.
Recordemos que el Imam Yá`far Al-Sádiq (P), coincidentemente con lo que veníamos diciendo, afirma que si debemos desposar a una escrituraria, debe ser una persona simple, que no tenga formación religiosa, porque en la medida en que la tenga está influyendo sobre nuestra descendencia. Y recordemos, también, que debe impedirle beber embriagante y comer cerdo, dos medios que utiliza contra el Islam. Abundan ejemplos de esto, como el de los musulmanes que se casaron en este país con cristianas, que en la mayoría de los casos sus hijos salieron totalmente desviados del Islam.
fin
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