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Aproximacion a la etica islamica

Bases para el conocimiento del ser humano

No escapa a la lógica que para mantener la salud física y un desarrollo satisfactorio es necesaria , entre otras cosas, una buena nutrición, un clima apropiado, libre de polución, etc. Del mismo modo, el alma humana necesita una adecuada nutrición y un cuidado apropiado, de no ser así degenera en corrupción. El conocimiento de sí mismo y la fe son el alimento del alma. Nutren, desarrollan y vigorizan al alma de la misma manera que un alimento bueno y saludable nutre al cuerpo. Asimismo, la ignorancia y la deshonestidad son el azote del alma y culminan en muchos padecimientos morales.

Esta es la primera premisa de la ética islámica, (la cual) enseña qué hábitos y cualidades hay que cultivar para que se desarrollen la entereza y salvación del alma, y qué hábitos y cualidades la corrompen. Y sobre todo la ética islámica funda sobre el autoconocimiento la obtención de los mayores logros, de la verdadera felicidad. Lo importante de lo dicho es que apenas tenemos conciencia de ello enseguida somos impulsados a conocernos a nosotros mismos. Cada uno debería preguntarse "¿quién soy?", "¿qué es el hombre?", para poder empezar a recorrer ese camino que lo lleva hacia sí mismo, es decir hacia lo superior.

Es fundamental preguntarse al respecto: ¿Hay algo más importante que el conocimiento de nuestra propia alma, equivalente según el Islam, al conocimiento de nuestro Señor? Nada nos da felicidad, o nos provoca amargura, o fracaso, o éxito más que nuestra propia alma. Entonces es imprescindible que la conozcamos, ya que de lo contrario será imposible obtener la felicidad y el equilibrio. Además conociendo nuestra alma conoceremos sin duda todo lo demás, porque ella es un espejo de la realidad.

Es también importante destacar que cada vez que obtenemos conocimiento, sobre la materia que sea, adquirimos nuevas posibilidades. Por ejemplo, si conocemos más de la naturaleza podremos aprovecharla mejor. Esto determina que al tener más conocimiento obtenemos más poder, y éste es uno de los secretos del conocimiento humano, y de por qué es valioso por sí mismo. Siendo así, el que obtiene conocimiento sobre sí mismo obtendrá el mayor poder posible, logrará antes que nada el autodominio, y así sabrá como manejarse mejor y llegar a la felicidad.

Deseamos antes que nada argumentar más bien en favor de la vida ética, la cual hoy por hoy está cuestionada y es relativizada de hecho y teóricamente. Creemos que esto es más útil para que el hecho de describir las reglas éticas del Islam y la práctica de vida de un musulmán.
Hecha esta introducción, es indudable también que el ser humano tiene dos aspectos, uno físico y otro espiritual. El crecimiento de ambos aspectos debe ser armonioso, equilibrado. Una persona debe poder identificar y apelar a los medios para lograr esa armonía y equilibrio en ambos aspectos. Y así como nadie duda que para mantenerse saludable debe ser activo y diligente, y que la inactividad y la indolencia debilitan el cuerpo, del mismo modo se requiere algo específico para que el alma no se atrofie y corrompa, y omita desarrollar todas sus posibilidades. Eso que se requiere es el cumplimiento de ciertas normas morales que permiten la salud interior y el logro de la felicidad.

El Islam busca el desarrollo integral del ser humano y prohíbe todo lo que estorbe ese desarrollo. La moral islámica es dinámica, racional, no contiene tabúes incomprensibles, ni mandatos dogmáticos que deban ser obedecidos a ciegas, sino que por el contrario ordena evaluar racionalmente los actos de la vida, y adoptar para nosotros el modo de vida que más convenga a nuestra felicidad y del cual estemos más convencidos.

La Trascendencia

Pero, ¿cómo sucede este conocimiento del sí mismo?: Antes de habernos preguntado "¿qué somos?", "¿qué es el hombre?", creíamos que éramos una cosa entre otras tantas cosas que existen en el mundo. A partir de la puerta maravillosa que se abre hacia el universo interior gracias a la conciencia que ofrece el conocimiento de la realidad del alma, podemos afirmar que hay como una doble dimensión de nuestro ser, por decirlo de alguna manera, como si tuviéramos una parte cóncava y otra convexa. No somos como el resto de las cosas del mundo, sólo exterioridad, únicamente lo externo, sino que tenemos un interior infinito, desconocido, esperando que lo descubramos. Somos seres espirituales, y con la pregunta sobre nosotros mismos descubrimos nuestra realidad espiritual.

Gracias a esa realidad encontramos que el hombre no es simplemente una máquina psíquica, sino que tiene una interioridad desconocida, infinita, por la que puede conocer a su Señor y estar vinculado íntimamente a El. Pero ¿qué es el Señor?: Es el aspecto de la Realidad que predomina en nosotros, es el modo cómo lo universal se expresa en nosotros en tanto particulares, es el secreto del descubrimiento interior y la felicidad. Los sabios del Islam llaman a esto "mishkatul-anuar" ( el nicho de las luces).

A esta dimensión interior o particular la podemos llamar Trascendencia, aquello que va más allá de lo meramente psíquico, constituyendo el vinculo que nos une a Dios, a Allah.

También descubrimos que esa realidad interior no se percibe con los mismos sentidos con que se percibe el mundo de los fenómenos físicos. Ello está también más allá de la comprensión meramente racional porque el vínculo con Dios es incomprensible con los mismos medios que comprendemos las cosas del mundo.

Cualquier persona, doctrina o filosofía que pretenda responder qué es el hombre y no incluya la mención de la Trascendencia caerá irremediablemente en un profundo error al omitir ese aspecto interior, insondable, infinito, que da sentido a nuestro ser y que corresponde a la visión sagrada del corazón humano. Desde la óptica islámica cuando nos preguntamos qué es el hombre no podemos desvincularlo de la Trascendencia, y si no explicamos ese vínculo fundamental, primero, básico, no estaremos hablando de nada serio.

La Ética

La ética ha sido definida como el buen pensar, el buen decir y el buen hacer: ¿Es adecuada esta definición?. Muchos actos son considerados deseables y recomendables para unas culturas, y detestable e inmorales para otras. Por ejemplo, algunas personas dicen que se debe ser sumiso frente a un ataque y lo considera un deber moral, y otras afirman que si alguien nos hace daño debemos devolver golpe por golpe.

Algunas veces se dice que la perfección humana depende de la perfección moral, pero si no estamos en claro sobre qué significa la perfección moral, en consecuencia queda sin responder de qué trata esa supuesta perfección humana.

Es evidente por lo expuesto que el punto más importante discutido por la ética es la determinación de los criterios para considerar buena moralmente una conducta, y la verdadera base filosófica de la ciencia moral.

En el Islam los reales criterios en que se fundamenta la moral son dos:1) Atención y resguardo de la dignidad del ser humano; 2) Búsqueda de la proximidad de Dios.

Dijo el Profeta (BPDYC) : "He sido enviado para perfeccionar la naturaleza ética del ser humano", y dijo un Imam llamado Yafar Al-Sadiq (P): "Allah Todopoderoso, dotó a los santos Profetas (P) con nobles cualidades. Cualquier persona que sea bendecida con esas cualidades, debe ser agradecida a Dios, y quien no las posea debería suplicar para que pueda ser dotado de ellas" se le preguntó "¿Cuáles son ellas?", a lo que respondió : "La piedad, el contento (satisfacción), la tolerancia, la gratitud, la paciencia, la generosidad, la valentía, el auto-respeto, la rectitud moral, la veracidad y la honestidad".

Ciertas cualidades como el auto-sacrificio y la tolerancia son signo de magnanimidad y grandeza del alma. También la humildad es un rasgo noble, en el sentido de respetar a otros y reconocer su valor, no el de someterse por la fuerza y anularse. Estas cualidades junto con algunas otras, forman la base de un carácter bueno, susceptible de alcanzar la armonía y la felicidad. Y el estudio y el ejercicio de tal tipo de carácter es el contenido de la elevada ética islámica, la que encuentra en el Profeta Muhammad (BPDyC) su máxima expresión.

En cuanto a buscar la proximidad a Dios, es mediante los actos de nobleza por los cuales el ser humano se aproxima a El, promoviendo y tratando de alcanzar las cualidades superiores que son Sus Atributos, como por ejemplo: Justo, Conocedor, Compasivo, Poderoso, Competente, Perdonador, etc. Un hombre se acerca a Dios en la medida que posea estas cualidades. Dijo el Profeta (BPDyC): " Imitad los Atributos de Allah".

En el Islam la persona está siempre interesada en conocer si algún acto suyo condice con su dignidad como ser humano, y sabe que verdadera recompensa está en manos de Su Señor, no importa si el resultado inmediato le provoca una ventaja o una desventaja aparentes. También conoce que la observancia de aquellos dos criterios principales, la dignidad del ser humano y la proximidad a Dios, son suficientes acicates para trabajar concientemente por el bien propio y de toda la humanidad.

Las dos visiones acerca del hombre

Existen en la actualidad dos tipos de conocimiento acerca del hombre, uno que privilegia lo espiritual, y el otro considera por encima de todas las cosas a lo material, y sostiene una filosofía atea. En consecuencia, la importancia del conocimiento de la naturaleza humana es fundamental, sea para la visión espiritual, o por el contrario para la visión materialista y atea. El resultado de nuestra idea del ser humano está siempre vinculado tanto a lo social, como a lo político, a lo familiar y a lo espiritual puro. Pero sobre todo tal visión determinará esencialmente el destino de cada uno de nosotros.

En general la concepción occidental del ser humano sostiene que el hombre es antes que nada un ser físico, rodeado de una naturaleza similar a él; y segundo, que posee un ser psíquico o espiritual, dotado de cierto poder de conocimiento y transformación del ambiente físico que lo rodea. Creo que hasta aquí estamos todos de acuerdo, pero la visión islámica agrega además que el hombre es el Califa de Allah , es decir Su representante. Este es el núcleo de la interpretación islámica de la visión del hombre. También dice el Islam que el hombre es esencialmente un ser ético, lo cual constituye la clave de su felicidad en caso de lograr el perfeccionamiento de su carácter y de su conducta.

El conocimiento del hombre , desde nuestro punto de vista, se reduce a tres preguntas fundamentales: Primero, ¿qué es el hombre y cuál es su posición en el universo, respecto del resto de los seres?. Segundo: ¿Cuál es su función en este mundo, y qué objetivos debe alcanzar?. Tercero: ¿Cuál es la conducta correcta que lo lleva a comprender y a responder verídicamente las dos preguntas anteriores?

Las dos primeras preguntas sobre la esencia del hombre y su función u objetivos en la existencia son fundamentales, pero la tercera es la que nos enseña el método de conseguir todo ello. Las dos primeras son generales, para todo lugar y tiempo, y para todas las condiciones sociales y personales, la última tiene en cuenta la vida personal, particular de cada uno, el tiempo y lugar específicos, y las condiciones propias de nuestra alma y de nuestra época. Es decir que de acuerdo al mundo en que se vive, y a las cosas que lo rodean, el hombre debe adaptar su conducta a lo que sea más correcto para poder responder al interrogante ¿Quién soy?.

Enseñanzas del sagrado Corán

Existen en el Sagrado Corán numerosos ejemplos referidos a las tres preguntas que ya hemos mencionado. Dice el Libro:
¿Acaso ellos [los hombres] no meditarán acerca de sí mismos? Allah sólo creó los cielos y la tierra y lo que hay entre ambos en la Verdad y la Realidad (30:8)

El Sagrado Corán plantea primero el criterio básico que debe seguirse en la ética, dando prioridad al conocimiento de sí mismo. es decir qué somos. Y nos asegura que obtendremos una respuesta positiva a ello porque Allah no jugó con la Creación, y cuando nos creó hizo algo verdadero y real, con sentido. El hombre es verdadero y real, su existencia tiene sentido, y puede encontrar esa verdad en sí mismo.

Otro pasaje dice:
¿Acaso suponéis que os hemos creado en vano [inútilmente] y que a Nosotros no retornareis? (23:115).

El versículo citado reafirma lo antedicho, en el sentido que el hombre no debe suponer que su vida es vana y sin sentido, y el Sagrado Corán lo incita a meditar sobre sí mismo.

Un tercer versículo similar dice :
¿El hombre cree que será abandonado a la deriva? ( 75:36)

Es decir, Allah lo creó y le tiene destinada una meta, un objetivo final, por lo cual el hombre no debe creer que su destino final será obra del azar, del sin sentido, de la inutilidad.

Y una cuarta aleia o versículo dice lo siguiente :
Y dijeron los necios [los ignorantes]: "No existe nada excepto la vida mundanal, morimos y vivimos y no nos aniquila sino el acontecer [es decir el tiempo]". Pero ellos no tiene respecto de eso ningún conocimiento, están solo conjeturando. (45:24)

Esto significa que cuando el hombre se encierra en la ignorancia y no medita sobre sí mismo, entonces se envilece y animaliza, y cree que la vida en este mundo se reduce a vivir y morir, y que, en definitiva, la existencia no tiene sentido. Por otra parte, cree que lo único que existe realmente es el tiempo que aniquila todas las cosas, es decir cae en un pesimismo total, en el nihilismo.

Luego dice el Sagrado Corán :
¡Condenado sea el hombre!, ¡cuán impío es! ¿De qué cosa El lo creó?: De una gota ínfima lo creó y le dio medida [lo proporcionó], luego el sendero [del bien] le facilitó, luego le hizo morir y le hizo sepultar, luego si El quisiera le daría eternidad (80:17 a 22)

Después de tantas pruebas que tiene a mano el hombre para conocer que su destino no es producto del azar ...a pesar de tener la prueba de la misma gota ínfima de la que salió, porque si el universo no tuviera sentido, algo tan importante como el ser humano no podría haber surgido de una gota de esperma y del óvulo femenino, que valen tan poco por sí mismos... A pesar de todas estas pruebas el impío es desagradecido, un infeliz que niega el sentido de la existencia.

Luego nos enseña el método del autoconocimiento, ¿qué puede el hombre observar de sí mismo?. Que Allah al crearlo le dio una medida, lo proporcionó. Además de las medidas y proporciones que lo impulsan a ser libre y reinar sobre la tierra, posee el conocimiento que es su corona como ser humano.

Pero Allah agrega que también le facilitó "el sendero del bien", es decir le reveló el código del la vida buena (en árabe, Din) y el ejemplo de la conducta de los Profetas (P), que le enseñan al hombre a vivir y le facilita los conocimientos éticos.

Y dice el Sagrado Corán:
Hemos ennoblecido [con la preeminencia] a los hijos de Adán: Los hemos dirigido por la tierra y por el mar, les dotamos de todas las bondades [del mundo], y les hicimos notablemente superiores a mucho de lo que creamos. (17:70).

Esto nos indica que el hombre ha sido ennoblecido con el intelecto, el conocimiento, y con la categoría de califa o representante de Dios. El signo de la potestad del hombre es el dominio de la tierra y del mar. "Les dotamos de todas las bondades y les hicimos notablemente superiores a mucho de lo que creamos", significa que el hombre es un ser ético, que puede encontrar en sí su significado.

Y por fin dice el Sagrado Corán :
Y no he creado a los genios ni a los hombres sino para que Me adoren.(51:56).

Esto significa, "...para que Me conozcan", es decir que el objetivo último del hombre es conocer el Principio de todas las cosas, a Su Señor, a Allah, exaltado Sea.

Conclusiones

A pesar de sus propensiones animales, el ser humano está llamado a ser superior, y él desea por naturaleza poseer aquellas cualidades que están en armonía con su dignidad humana. Los sabios de la humanidad y los Profetas (P) todos fueron expositores de esas cualidades, no para lograr el beneficio parcial de una clase, sino para beneficio de la humanidad en su conjunto. A quienes sostienen que los principios morales son solamente convencionales, y señalan la discrepancia de opinión respecto de ellos, sólo podemos decir que a pesar de los diversos puntos de vista esto no es prueba suficiente para creer que la moral no tiene una base sólida y trascendente al individuo.

Se debe aceptar que los principios morales son universales y estables, a pesar de ser más o menos flexibles debido a que están afectados por diversas causas (diferencia de costumbres, normas y hábitos, de comer, de vestirse, etc.), causas que no deben ser subestimadas si se quiere tener un juicio justo respecto de la moral. Por ejemplo, la veracidad es un principio moral indiscutible en el Islam, salvo el caso en que se encuentre en peligro la vida. Otro ejemplo, la oración es un acto devocional fijo, pero cuando uno esta de viaje o enfermo su práctica obligatoria se reduce y simplifica. De todos modos la existencia de casos excepcionales cuando uno se encuentra en un dilema moral no disminuye el valor del principio.

En pocas palabras, el Islam desea un hombre que concrete un modelo de ser humano en la medida de su capacidad. También considera que el ser humano se desarrolla en el marco de cuatro relaciones o vínculos básicos: 1) Su vínculo con Allah; 2) su vínculo con su alma o su sí mismo; 3) con nuestros semejantes y 4) con la naturaleza o el entorno que lo rodea.

El vínculo superior es con Dios, aún en el caso del ateo, ya que su preocupación por Dios se va a plantear aunque sea para negarlo. Luego hay una relación lógica e ineludible con nuestra propia alma, y como dijimos al principio , el hombre está dirigido al autoconocimiento, y si no camina por esa senda su vida no tiene sentido. Luego tenemos una relación con nuestros semejantes, la cual debe estar fundada en los dos vínculos anteriores para saber cómo debe ser tal relación con los otros. Y, por último, tenemos el vínculo con la naturaleza, pues todo lo que nos rodea, hasta nuestro propio cuerpo, es parte de ella. Es obvio que todas estas relaciones se dan en un orden jerárquico, pero la base de todas ellas está fundada en la naturaleza intelectual humana, llamada en árabe "fitrah".

Volviendo al la pregunta más importante que debemos respondernos en algún momento de nuestras vidas: ¿Cuál es la conducta correcta que lleva al hombre a conocerse a sí mismo?, podemos ahora afirmar que la respuesta a este interrogante equivale a responder por el significado del hombre, cuál es su posición respecto a los demás seres y qué objetivos debe alcanzar. Todo ello esta contenido en la conducta humana, en la ética y es lo que lleva, en definitiva, a la felicidad.

fin

Prohibida su reproducción total o parcial sin citar las fuentes: "Centro de Altos Estudios Islámicos" www.senderoislam.net

bibliografía

-Introducción a la filosofía del Islam, Beheshti Bahonar. Editorial Alborada, Bs. As. l987.

-La antropología islámica, conferencia dictada en el Centro de Estudios Islámicos por el Imam Mahmud Husain el 20.10.88.

-El colector de la felicidad, M. Naraqi. Ediciones Mezquita Al-Tauhid, Bs. As., l988.

-Tradiciones de la Sabiduría Islámica, editorial Nur, Bs. As., l989.

 

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