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La concepcion del gobierno en el islam

 

Por el Sheij Alí Al-Husaini, Director del Centro de Altos Estudios Islámicos, Argentina

El Islam no se presenta como una excepción dentro de la humanidad, sino como la humanidad misma, que recibe de su Señor la Revelación, el camino correcto a transitar, y la enseñanza de vida para engrandecer cada alma. El derecho tiene una gran parte en este asunto, porque impone la organización de la comunidad, y es gracias a eso que la humanidad logra o no su objetivo. Los Mensajeros de Allah (BP), todos ellos, vienen con una ley, una norma a cumplir por los seres humanos.[1] Esto significa que una de las funciones especiales de los Enviados de Allah es organizar las sociedades humanas, y son por excelencia grandes políticos, no en el sentido actual y corrupto de la palabra «político» y «política», sino en el sentido verdadero del término, que significa «conductor» [2].

La verdadera política es la de los Profetas (BP), no la de los opresores, pues éstos aprovechan las sociedades ya constituidas y en marcha, para usurpar el poder en beneficio propio. Los opresores se apoderan de las tres bases principales del poder: la economía; el manejo de la opinión pública; la justicia y la fuerza pública. Y cuando tienen estas tres bases en sus manos, las ponen al servicio de sí mismos. El Islam llega, entre otras cosas, para liberar al hombre de esta opresión, típicamente ejemplificada en el Sagrado Corán por el régimen de faraón, que es allí condenado.

El poder no es solamente «el poder ejecutivo», la máxima autoridad republicana, o el "poder judicial", o el "legislativo", ni el poder "real". El poder está en todos lados, en cada uno de los miembros de una sociedad. Por eso en el Islam debemos tener bien en claro qué significa el poder y su ejercicio: Significa devolver el depósito sagrado que Allah le dio a cada uno de los miembros de la humanidad, su libertad verdadera. Se debe restituir el poder a cada uno, porque los opresores se lo han usurpado. Poco importa que éstos hablen de «democracia», de «libertad», etc., cuando en realidad han robado el poder a la gente. Dice Allah en el Sagrado Corán: Sin duda que Allah os ordenó que restituyáis los depósitos a sus dueños, y que cuando juzguéis entre la gente, que juzguéis en justicia [sin privilegios infundados a favor de nadie]. En verdad que es bonísimo cuanto Allah os advierte al respecto [de los depósitos y de la justicia]. Por cierto que Allah es Oyentísimo [de vuestros dichos], Videntísimo [de vuestros actos]. (4:58).

En última instancia, el poder sólo pertenece a Allah. Cuando se lo atribuimos a otro, a una clase política, o a una clase económica, asociamos otros a Allah, y esto es una forma de la idolatría. Por eso la idolatría está tan unida al poder injusto, y éste necesita crear idolatría para que la gente la consuma, porque la idolatría obnubila, tapa, encubre el Poder divino. Y en la medida en que lo encubre, los injustos se lo aprovechan para sí mismos.

Ibn Is-haq, el biógrafo más antiguo del Profeta, relata la entrada del Mensajero de Allah (BPDyC) victorioso a Meca, diciendo: «Cuando el Mensajero de Allah (BPDyC) entró en Meca [el día de la Victoria] y la gente quedó tranquila, salió él y fue al Templo [de la Ka`bah] circunvalándolo siete veces sobre su montura, tocando [en cada vuelta] el ángulo [de la piedra negra] con el cayado que tenía en su mano. Y cuando cumplió sus circunvalaciones, citó a Uzman Ibn Talhah y [el Profeta (BPDyC)] tomó de él la llave de la Ka`bah, abriéndosele y entrando allí. Encontró en ella una [estatuilla de] paloma y la rompió con sus manos, y luego la arrojó. Después se paró a las puertas de la Ka`bah y la gente se agrupó junto a él, en donde se reza [fuera del Templo], y él exclamó: `No hay Divino más que Allah, Único, sin asociados a El. Cumplió con Su promesa, dio la Victoria a Su siervo, y dispersó a los coaligados en su contra El solo. ¿Es que todo fasto [idólatra], o venganza [en cadena], o bienes pretendidos [injustamente] no estarán [hoy] bajo mis dos pies [abolidos]? Excepto la intendencia del Templo, y el dar de beber a los peregrinos'...Luego el Mensajero de Allah se sentó en el lugar de oración, y Alí Ibn Abi Tálib fue hacia él con la llave de la Ka`bah en su mano, y le dijo: `¡Mensajero de Allah!, ¡reúne en nosotros [el clan del Profeta (BPDyC)] el servicio [de la Ka`bah] y el dar bebida [a los peregrinos]!, que Allah te bendiga'. Entonces el Mensajero de Allah preguntó: `¿Dónde está Uzman Ibn Talhah?', y se lo hizo traer. Le dijo: `He aquí Uzman tu llave, hoy es un día de concordia y piedad'... Y el Mensajero de Allah había salido del Templo [anteriormente] recitando este versículo: Sin duda que Allah os ordena que restituyais los depósitos a sus dueños...». Alí (P) pidió que la atención de la Ka`bah estuviera a cargo de los Banu Hashim, el clan del Profeta (BPDyC), lo cual fue respondido positivamente por éste al designar a Uzman Ibn Talhah para tener a su cargo la llave del Templo, que todavía está a cargo de los Banu Shaibah, descendientes de aquél.

Y en otra tradición, el Imam Muhammad Al-Báqir (BP) se refiere al versículo del depósito, diciendo: «Allah ordenó a cada Imam que cumpla con el depósito sagrado del Imam que le sigue [es decir, que le transmita su categoría]. El no tiene poder para quitárselo. ¿Es que no oiste el dicho: Que restituyáis los depósitos a sus dueños, y que cuando juzguéis entre la gente que juzguéis en justicia? Tal es para los gobernantes, y se dirige allí a ellos» (Tabatabáì, , IV, p. 385). Por una parte el Imam (P) menciona que los depósitos son la encomienda de la categoría espiritual (de la revelación, la sabiduría y el poder) de cada Imam al siguiente, una asignación ordenada por Allah que se llama al-nass, «designación». Luego explica lo que sigue del versículo referido a la justicia, como dirigido a los gobernantes, antes que nada a los mismos Imames (P), como gobernantes espirituales y necesariamente políticos del Islam, y luego al resto de los gobernantes, que están obligados a lo mismo que los Imames, a hacer justicia y a respetar los derechos de cada cual.

En una tradición de fuente no-imamita, se atribuye que el Profeta (BPDyC) expresó: «Allah estará con el gobernante en tanto éste no haga injusticia [prevarique], pero si la hiciera, El lo abandona a sí mismo». (Mujtasar Ibn Kazír, I, p. 406).

Existen, en definitiva, dos condiciones para todo gobernante, cualquiera sea su nacionalidad, raza o cultura, su origen, su poder político, su país o régimen político: La primera es devolver los depósitos (4:58), es decir respetar la propiedad de cada cual. El Islam rechaza que la propiedad privada deba ser abolida, lo cual es un absurdo propio solamente de una mente enferma. El Islam otorga prevalecía al derecho de cada uno a sus propios bienes, y por ejemplo, no es posible confiscar la propiedad privada, aunque sea para un lugar de devoción, cuando ello va en contra de la voluntad de su propietario, aun cuando se trate de la mezquita de la Ka`bah (Al-Háram Al-Sharíf). La propiedad es algo que Allah concedió a un individuo para su prueba, y nadie puede interferir en la prueba de cada cual, ni puede determinar el cambio de la Voluntad divina porque se le ocurra adoptar otra cosa.

Pero esa prueba tiene ciertas condiciones: Que la persona cumpla con lo que Allah dispone en cuanto a la propiedad, es decir, que la use con justicia. En la medida en que sea injusto, que la aplique a la opresión, que la use para el daño del prójimo, para difundir el error y la maldad, y para traicionar a su comunidad, perderá el derecho a esa propiedad. Pero ni aún en este caso se justifica la "propiedad colectiva" en el Islam, lo cual sería como decir que la sociedad es propietaria junto con Allah. El Único propietario real es Allah, y El designa a quienes de Sus siervos serán sus administradores, y les concede lo que El quiere.

La segunda condición del gobernante, cualquiera sea, aparte de respetar dentro de los márgenes de la justicia la propiedad privada ("los depósitos"), es hacer justicia. Como dice el Sagrado Corán: Y cuando juzguéis entre la gente que juzguéis en justicia (4:58), sin privilegios.

En Perlas esparcidas[3], se narra de parte de Alí (P): «El Imam [o gobernante] debe juzgar según lo que Allah reveló, y cumplir con los depósitos. Si él realiza esto, es debido a la gente oírle y obedecerle y responderle cuando los convoca» (Tabatabá`i, IV, p. 385).

LA NECESIDAD DE UNA AUTORIDAD SAGRADA EN EL MUNDO

Las leyes y órdenes que Allah revela forman a la sociedad, a la familia y al individuo, los educan y desarrollan su ser espiritual y ético, los plenifican, como el sol y el agua lo hacen con las plantas. Esas órdenes o mandatos no deben caer bajo el dominio de intereses sectoriales, exclusivos de un grupo, que desea la hegemonía sobre el resto de la sociedad, desvirtuando las leyes y mandatos de Allah al ponerlos a su servicio. El poder entonces se convierte en injusto, opresor.

El gobierno de una comunidad no consiste exclusivamente en mantener la paz y la seguridad, sino que es antes que nada un magisterio.4 El gobierno no es un mero poder político, donde los gobernantes son simples administradores de las arcas públicas, como sucede hoy, sino antes que nada deben ser maestros de sus pueblos.5 El sentido de la conducción pública, del gobierno de la gente, es que el gobernante debe ser un modelo de los que lo siguen, como los Profetas (P) lo fueron, aparte de la seguridad y de la paz que se deben garantizar a la gente. Cuando el Sagrado Corán dice: Devolved los depósitos a sus dueños (4:58), esto significa, entre otras cosas, que el gobernante debe mantener la paz y la seguridad públicas, respetando la propiedad de cada cual, porque no es dueño de la propiedad de los individuos. Pero aparte de la paz y la seguridad está la justicia, como dice el mismo versículo, que el gobernante debe implantar lo máximo que pueda.

TRADICIONES SOBRE EL GOBIERNO DE LA UMMAH

Entre las tradiciones no-imamitas que ordenan al gobernante practicar la justicia, pues de lo contrario los gobernados tienen derecho a desobedecerle, son atribuidas al Profeta (BPDyC) las siguientes:

1. "La obediencia solamente se debe en lo usual y debido (bil-ma`rúf)" (Mujtasar Ibn Kazír, I, p. 407). Es decir, tiene un límite.

2. "Es debido al hombre musulmán oír y obedecer, sea en lo que él gusta, como en lo que detesta, en tanto no le sea ordenada una maldad. Pero si le es ordenada, no haya ya ni escuchar ni obedecer". (Mujtasar Ibn Kazír, I, p. 407). Es decir, el límite es que le sea ordenado el bien, y vedado el mal (al-amru bil-ma`rúf uan-nahi `anil-múnkar).

3. "Uno de los juramentados en `Akabah, `Ubadah Ibn Al-Samit, narró lo siguiente: «Juramentamos al Mensajero de Allah (BPDyC) escuchar y obedecer en nuestro entusiasmo y en nuestro descontento, en nuestra dificultad y en nuestra facilitación, y preferirlo a nosotros [en su elección]. Que no despojáramos de lo suyo a sus dueños [es decir, de su mando o categoría preeminente]. Y él (BPDyC) expresó entonces: `Excepto que vierais una impiedad patente, flagrante, de lo cual tuvierais vosotros una evidencia [contraria] de parte de Allah'» (Id.). Es decir, la obediencia al gobernante no debe estar en contradicción con el Din de Allah, con lo que El, exaltado sea, ordena y veda. Y dijo el Profeta (BPDyC): "No haya obediencia en desacato a Allah" (Mujtasar Ibn Kazír, I, p. 408); y dijo: "No haya obediencia a la criatura en desobediencia al Creador". Es decir, es posible desacatar al gobernante opresor y desplazarlo de su poder, si él se declara abiertamente en contra del Din de Allah, como si es que desea implantar el ateísmo, la homosexualidad, el robo a mano armada, etc.

4. Y sobre el resultado final de la obediencia, dice: "...Si ellos [los gobernantes] hicieran el bien será bueno para vosotros y para ellos, y si hicieran el mal será en vuestro derecho y en su contra» (Id.).

Sabemos que la justicia en este mundo nunca es perfecta, aunque los anarquistas, los marxistas, y otras utopías imposibles, prometan falazmente un estado de justicia perfecta, donde no haya más necesidad de gobierno. Allah dice que si hiciera justicia en la tierra no dejaría en ella a ningún ser vivo. Si Allah tuviera que castigar a la humanidad debido a su injusticia, no dejaría sobre él [el mundo] ni a una sola bestia. Pero El los tolera [sin aplicarles la justicia] hasta un plazo prefijado [el del Imam Al-Mahdí (P), y luego la Resurrección]. (16:61). Pero Allah llama a realizar el bien, y hacer justicia tanto cuanto sea posible, aunque en forma absoluta sea imposible en este mundo. Por lo tanto, la función del gobernante de hacer justicia es la más difícil de ejercer, porque la perversidad humana no permite que se logre totalmente.6

Este es un mundo de pruebas, no de perfecciones. Es imposible que individuos imperfectos produzcan una sociedad perfecta. Tal es un viejo axioma universal, que vale tanto para la sociedad civil o política como para una sociedad comercial, o bien el matrimonio. Es imposible que una sociedad comercial constituida por estafadores no sea una sociedad estafadora. Pero también es imposible que Allah deje al mundo sin ninguna autoridad sagrada, después de ordenar en el Sagrado Corán: ¡Los que creéis!, ¡Obedeced a Allah y obedeced a Su Mensajero, y a los de autoridad entre vosotros (4:58).

DOS EJEMPLOS DE GOBERNANTES OPRESORES

En cuanto a los gobernantes injustos, cuyo primer modelo en el Islam fue Mu`auiah, el hijo de Abu Sufián, en fuente no-imamita narra un compañero del Profeta (BPDyC), llamado `Abdul-Rahman Ibn `Abd Rabbil-Ka`bah (esto quiere decir «el servidor o devoto del Señor de la Ka`bah»): «Entré a la Mezquita del Templo de la Ka`bah, y allí estaba `Abdallah Ibn Umru Ibn Al-`As [otro de los compañeros y aliado incondicional del usurpador Mu`auiah, aparte de ser parientes entre sí], sentado a la sombra de la Ka`bah, mientras la gente se reunía a su alrededor. Me acerqué y me senté cerca de él y dijo: `Estábamos con el Mensajero de Allah (BPDyC) en un viaje, y paramos en un lugar. Y de nosotros había quien estaba arreglando su refugio, y de nosotros había quienes rivalizaban con las flechas [tirando con el arco], y quienes estaban apacentando su montura. Y he aquí que el pregonero del Mensajero de Allah (BPDyC) convocó a la oración conjunta [esto no significa que hicieran la oración, sino que el Profeta (BPDyC) los convocaba a asamblea]. Nos reunimos con el Mensajero de Allah (BPDyC), y él dijo: `No hubo ningún Profeta antes que yo que no tuviera el deber de indicar a su comunidad el bien que él conocía para ellos, y de advertirles del mal que él conocía para ellos. Esta comunidad [la del Islam] sin duda tendrá su bienestar en sus comienzos, pero en sus postrimerías la afectará el infortunio, y habrá mucho [de la religión] que rechazarán. Vendrán cismas y disensiones que se reiterarán unas después de otras. Cuando llegue el cisma, dirá el creyente: `¡Esta es mi aniquilación!', pero luego pasará, y vendrá otra disensión, y dirá el creyente: `¡Esta es, ésta es [mi destrucción]' Por lo que, el que desee ser apartado del Fuego, e ingresar en el Jardín, que su muerte le alcance mientras que él crea en Allah y en el Día Final, y que contemporice [trate afablemente] con la gente que desee que convenga con él. Y el que jure fidelidad a un imam [conductor], y le brinde el compromiso de su mano, y el fruto de su corazón, ¡que le obedezca cuanto pueda! Y si un tercero viene a disputar [contra el conductor], ¡cortadle el cuello!' Entonces me acerqué a él [dice el narrador] y le pregunté: `¡Te hago jurar por Allah!: ¿Tú escuchaste esto del Mensajero de Allah (BPDyC)?'. Entonces él señaló sus orejas, y las dobló con las manos, diciendo: `Lo escucharon mis oídos y lo comprendió mi corazón'. Le repliqué: `He aquí a tu primo Mu`auiah ordenarnos que nos depojemos los bienes fraudulentamente unos a otros, y que nos asesinemos unos a otros, mientras que Allah Exaltado dice: ¡Creyentes!: No devoréis vuestros bienes unos a otros fraudulentamente, excepto que se trate de una transacción de conformidad vuestra. ¡Ni os matéis entre vosotros!, por cierto que Allah es Misericordiosísimo con vosotros. [4:29]' Entonces calló un momento y luego expresó: `¡Obedecedle en lo que él obedece a Allah, y desacatadlo en lo que él desobedece a Allah!'». (Mujtasar Ibn Kazír, I, pp. 407-408).

Mu`auiah, conocido opresor, enemigo de Alí (P), rebelde al califato de ese Imam, nombrado en época de Omar como gobernante de Siria, y reconfirmado por Ozman, porque era de su misma familia, hijo de Abu Sufián, el enemigo público número uno del Profeta en Meca (BPDyC) hasta el último momento, el día de la victoria en que el Profeta (BPDyC) entró en ella, e hijo de Hind, la comedora de hígado, que abrió el cuerpo de Hamzah, el tío del Profeta (BPDyC), le sacó el hígado, y lo quiso comer, pero éste se volvió como la piedra en su boca, y lo tuvo que expulsar de ella, y entonces dijo el Profeta (BPDyC): `Nada de Hamzah entrará en el infierno', afirmando indirectamente que ella entraría allí. Este opresor Mu`auiah, que mandó a insultar a Alí (P) durante mil meses desde los estrados de las mezquitas al empezar la jutbah de los viernes, que mató a los compañeros del Profeta (BPDyC), como a Ammar Ibn Iasir y otros, que despojó a la gente de sus bienes, que asoció a algunos que se volvieron débiles en el Islam en la estafa, en la opresión, en el robo de la comunidad de los musulmanes, como dice la tradición anterior, que tuvo un hijo como Iazid, la peor criatura vista hasta ese momento entre los musulmanes, borracho, lujurioso, y degenerado: Este Mu`auiah es condenado por toda la comunidad de los musulmanes antes y ahora, pues como vemos, mandaba a lo contrario al bien y promovía el mal, queriendo destruir al Islam desde adentro.

También de fuente registra no-imamita se que Anas Ibn Málik relató lo siguiente: "Nunca me arrepentí de una tradición [profética] cuanto me arrepentí de la tradición sobre la cual me preguntó Al-Hayyáy [un gran opresor que actuó en Irak, mandado por Muauiah, para imponer el orden que este último quería]: Me dijo: '¡Infórmame del más penoso castigo que impuso el Mensajero de Allah (BPDyC)!'. Le respondí: 'Vinieron a ver al Mensajero de Allah (BPDyC) una gente de `Urainah [tribu así llamada], desde Al-Bahrain [región de la península árabe], y [luego de permanecer en Medina] se quejaron al Mensajero de Allah (BPDyC) por algo que les afectaba al estómago [el agua, o la comida de Medina], siendo que su color amarilleó, y ellos enflaquecieron. Entonces el Mensajero de Allah (BP) les ordenó que fueran con los camellos [o caravana] de la caridad [contribución al Islam], y que bebieran de su orina, y de su leche. Y tan pronto tornó a ellos el color, y engrosaron, fueron entonces al conductor [de la caravana] y lo mataron, llevándose los camellos. Así es que el Mensajero de Allah (BP) envió tras ellos, y les hizo cortar sus manos y sus pies [opuestos], y les vació los ojos. Luego fueron puestos al calor [del desierto], hasta que murieron'. Y [a partir de entonces] Al-Hayyáy, cada vez que ocupaba el estrado, decía: 'Realmente el Mensajero de Allah (BP) cortó las manos y los pies de una gente, y luego los expuso al calor hasta que murieron, por el caso de los camellos'. Y Al-Hayyáy se justificaba con esta tradición ante la gente [para oprimirlos y matarlos]". (Mujtasar Ibn Kazír, I, p. 511).

EL GOBERNANTE JUSTO DE LA UMMAH

De parte de Yábir Ibn Abdallah Al-Ansari (P) se transmite que narró: «Cuando Allah, Poderoso y Majestuoso, reveló a su Profeta Muhammad (BPDyC): ¡Los que creéis!, ¡Obedeced a Allah y obedeced a Su Mensajero, y a los de autoridad entre vosotros! (4:59), yo le pedí al Profeta (BPDyC): `¡Mensajero de Allah!, ya conocemos a Allah y a Su Mensajero, ¿quiénes son, pues, los de autoridad entre vosotros a quienes Allah unió en la obediencia a Tí?'. El (BPDyC) respondió: `Son mis califas [sucesores], Yábir, los conductores [imames] de los musulmanes después de mí. El primero de ellos es Alí Ibn Abi Tálib, luego Al-Hásan, luego Al-Husein, después Alí Ibn Al-Husein, luego Muhammad Ibn Alí, el conocido en la Torá como el enjundioso. Tú lo conocerás, Yábir [a este último], y cuando lo encuentres salúdalo de mi parte con la Paz. Después [vendrá] el Veracísimo, Ya`far Ibn Muhammad, luego Musa Ibn Ya`far, después Alí Ibn Musa, a continuación Muhammad Ibn Alí, y de seguido Alí Ibn Muhammad, luego Al-Hásan Ibn Alí, por último el de mi mismo nombre Muhammad [Al-Mahdí], al que se le apela como la Evidencia de Allah en su tierra (Huyatullah), y el Remanente entre sus siervos (Baqiatullah), Ibn Al-Hásan Ibn Alí. Tal es por quien Allah, exaltada sea Su mención, se impondrá sobre el oriente y el occidente de la tierra [es decir, toda ella]. Tal es quien se ocultará de sus seguidores y protegidos personeros, con una ocultación en la que sólo sostendrá con firmeza la creencia en su conducción [y existencia] aquél a quien Allah le haya probado el corazón para la Fe'. Contó Yábir, le dije: `¡Mensajero de Allah!, ¿es que sus seguidores podrán seguirlo [a Al-Mahdí (P)] durante su ocultación?'. Respondió (BPDyC): `Claro que sí, ¡por Quien me envió con la Profecía!, ellos se iluminarán con su Luz, y se beneficiarán con su conducción durante su ocultación, como la gente se beneficia del sol aunque lo tapen las nubes ¡Yábir!, esto es de lo reservado entre los secretos de Allah, y lo guardado en Su Conocimiento, ¡ocúltalo, excepto de quienes lo merezcan!'». (Tabatabá`ì, , IV, pp. 408-409).

El mismo Yábir narró, según otra tradición: «Pregunté al Imam Muhammad Al-Báqir (P) sobre este versículo, obedeced a Allah y obedeced al Mensajero, y a los de autoridad entre vosotros, y me contestó: `Son los albaceas [es decir los Imames (P)]'» (Tabatabá`ì, , IV, p. 409). En otra tradición similar contesta el Imam Alí Rida (P): «Son Alí Ibn Abi Talib (P) y los albaceas después suyo» (Id.). El Imam Ya`far Al-Sadiq (P) dijo al respecto: «Son los Imames de la Descendencia de la Familia del Mensajero de Allah (BPDyC)» (Id.). Y el Imam Muhammad Al-Báqir (P), en otra tradición similar, respondió: «Son los Imames de la Descendencia de Alí y de Fátimah, hasta que la Hora [Final] llegue». (Id.). También el mismo Imam Muhammad Al-Báqir (P) expresó respecto del versículo 4:59 «Es un versículo aplicable a Alí y a los Imames. Allah los puso en el puesto de los Profetas, excepto que no declaran lícito nada, ni lo declaran ilícito». (Tabataba`i, IV, p. 410).

Estas tradiciones sobre los que tienen autoridad para gobernar a la comunidad de todos los musulmanes, tanto espiritual como políticamente, manifiestan que ellos son la Descendencia del Profeta (BPDyC), el primero de los cuales es Alí (P), aunque éste no haya sido un descendiente suyo, sino su primo y yerno, seguido por su hijo mayor Al-Hasan (P), y su hijo Al-Husein, siendo la madre de ambos Fátimah, la hija del Profeta (BPDyC). Luego les siguieron nueve de los descendientes de Al-Husein, con todos ellos sea la Bendición y la Paz, hasta llegar al Imam actual, Al-Mahdí, el Restaurador esperado, la Paz y las Bendiciones sean con él. Este está oculto de la humanidad, como se oculta el sol detrás de las nubes, según dice el Profeta Muhammad (BP). Es decir, su presencia física se encuentra en el mundo, pero sus seguidores y otros no lo pueden ver a él mismo. Aunque sus seguidores, y quizás también otros, obtienen de él iluminación. Los Imames (P) predominarán en el gobierno espiritual de la humanidad hasta que llegue la Hora Final, según dice una de las tradiciones, y otra declara que tienen la categoría de los Profetas (P), aunque en realidad tienen una categoría superior a los Profetas que les antecedieron, excepto a Muhammad (BPDyC). Pero «no declaran lícito nada ni lo declaran ilícito», contrariamente a la tarea de los Profetas (P), porque el Sagrado Corán es la Revelación final que predomina sobre toda otra, y por lo tanto lo lícito e ilícito ya ha sido que declarado definitivamente por el Sagrado Corán hasta el Día de la Resurrección, y los Imames (P) no tienen injerencia al respecto.

En otra tradición expresa el Imam Muhammad Al-Báqir (P) sobre dicho versículo: «Fue revelado a favor de Alí Ibn Abi Talib (P)». Le pregunté, expresa el discípulo que cuenta esto: «La gente nos dice: `¿Qué impidió a Allah nombrar [expresamente] a Alí y a la gente de la Casa [del Profeta (BPDyC), los Imames], en Su Libro [el Sagrado Corán]?'» Respondió el Imam (P): «Contestadles [a la gente que eso dice]: `Allah reveló a su Mensajero [Muhammad] la salah [la oración], sin mencionar tres [prosternaciones] ni cuatro, por lo que el Mensajero de Allah (BPDyC) fue quien interpretó esto [para ellos], y reveló la Peregrinación, sin mencionar `circunvalad siete veces', por lo cual el Mensajero de Allah (BPDyC) interpretó esto para ellos. Y Allah reveló: ¡Los que creéis! ¡Obedeced a Allah y obedeced al Mensajero, y a los de autoridad entre vosotros! respecto de Alí, Al-Hásan, Al-Husein, con todos ellos sea la Paz, y dijo de Alí: `Aquel del que yo fuera su conductor, Alí es entonces su conductor'. Y dijo el Mensajero (BPDyC): `Os encomiendo el Libro de Allah y a la Gente de mi Casa [su Descendencia]. Por cierto que yo pedí a Allah que no separe entre ambos hasta que vengan a abrevar de Mi Fuente [en el más allá], y [Allah] me concedió esto'. Y expresó (BPDyC): `No os elevéis por encima de ellos [de la Descendencia inmaculada], pues son más sabios que vosotros. Por cierto que no os extraerán de una situación de buenaguía, ni os harán entrar en una situación de error'. Pero si el Mensajero de Allah (BPDyC) se hubiese callado [de indicarlos de ese modo], sin que hubiese evidenciado a quiénes se refiere [el versículo 59], entonces los descendientes de Abbas [un tío del Profeta (BPDyC)], o los descendientes de Aqíl [un hermano de Alí (P)], o los descendientes de fulano, lo habrían pretendido para sí' [que el versículo se refería a los mencionados, como los gobernantes espirituales y políticos]. Por eso Allah reveló en Su Libro: Allah quiere solamente alejar de vosotros toda impureza, ¡Gente de la Casa [del Profeta]!, y purificaros totalmente [33:33]. Y fueron Alí, Fátimah, Al-Hásan y Al-Husein, con ellos sea la Paz, la elucidación de este versículo, tomando el Mensajero de Allah (BPDyC) la mano de Alí, Fátimah, Al-Hásan y Al-Husein (BP), y los introdujo a ellos bajo su manto, estando en casa de Ummu Salamah [una de las esposas del Profeta (BPDyC)], y diciendo entonces: `¡Allahumma!, cada Profeta tuvo su élite, y su familia y descendencia: ¡Estos son mi élite, y familia y descendencia!'. Y allí preguntó Ummu Salamah: `¿Acaso yo no soy de tu familia?'. Respondió: `Tú estás de verdad en el bien, pero éstos son mi élite, y familia y descendencia'» (Tabatabá`ì, , IV, p. 411).

En otra tradición que transmite Muyáhid, un famoso intérprete del Sagrado Corán de entre los seguidores de los compañeros del Profeta (BPDyC), se dice que el versículo 4:59 fue revelado para el Emir de los Creyentes Alí (P), en oportunidad en que el Mensajero de Allah (BPDyC) lo dejó a cargo de Medina, y él le preguntó: «¡Mensajero de Allah!, ¿me dejas a cargo de mujeres y niños ...[mientras tú sales a luchar]?». Respondió el Profeta (BPDyC): «¡Emir de los creyentes!, ¿es que no te conformas de estar a mi respecto en la categoría de Aarón para Moisés?» Y el Profeta (BPDyC) le había encargado eso, el gobierno de Medina, diciendo: «¡Sucédeme entre la gente, y haz lo bueno!». Respondió entonces Allah, confirmando al Profeta (BPDyC) en el versículo 4:59: Y los de autoridad entre vosotros. Todo esto lo explica el intérprete Muyáhid, la Misericordia de Allah sea con él, agregando luego: «Allah puso a Alí a cargo de la responsabilidad de la Ummah [directamente] después de Muhammad (BPDyC), y [lo confirma] cuando el Mensajero de Allah lo puso a cargo de Medina, ordenando Allah a los siervos obedecerle, y omitir discrepar con él [con Alí (P)]». (Tabatabá`ì, , IV, pp. 411-412)

En una tradición que se remonta a Alí (P) éste expresa: «En cuanto a lo más cerca que el siervo se encuentra del error [es decir, cuando más cerca se encuentra de ello] es que no conozca a la Evidencia de Allah, Bendito y Exaltado sea, para Sus siervos [es decir, al Imam de su época, así apodado], a quien Allah ordenó a Sus siervos obedecer, e impuso su conducción». Pidió el relator de esta tradición, llamado Salím Ibn Qáis Al-Hilalí: «¡Emir de los creyentes! ¡descríbelos para mí [a los Imames, con ellos sea la Paz!]» Respondió: «Son a quienes Allah los une a Sí y a su Profeta, diciendo: ¡Los que creéis! ¡Obedeced a Allah y obedeced al Mensajero, y a los de autoridad entre vosotros!». «Expresé [dice el relator]: `¡Allah me haga morir por Tí!, ¡sé más explícito conmigo!'». Respondió: «Son los que el Mensajero de Allah (BPDyC) dijo de ellos en varias oportunidades, y en su última disertación, el día en que Allah lo tomó para Sí [lo hizo fallecer]: `Dejo sin duda entre vosotros dos asuntos, gracias a los cuales no erraréis después de mí, si es que os aferráis a ellos: El Libro de Allah, Poderoso y Majestuoso [el Sagrado Corán], y la Descendencia de la Gente de mi Casa. Por cierto que el Benevolente, el Informadísimo [Allah], me prometió que ambos no se separarán hasta que lleguen a mi Abrevadero [del más allá], como estos dos', y unió entre sí los índices de ambas manos. Y agregó: `No digo como estos dos', y unió los dos dedos, índice y medio de una sola mano, diciendo por último: `¡Aferráos a ambos [al Libro de Allah, el Sagrado Corán, y a la Descendencia Profética, los Imames impecables, con ellos sea la Paz], y no deseéis prevalecer sobre ellos, porque os perderéis!'» (Tabatabá`ì, , IV, p. 412).

Necesitamos explicar que cuando el Profeta (BPDyC) unió sus dos dedos índices de dos manos diferentes, significa que el Sagrado Corán y la Descendencia profética son dos cosas distintas, en las que el hombre necesita reconocer idéntica Buena guía, como se reconocen idénticos los índices de una y de otra mano. Si el creyente no hace este esfuerzo, no llega al bien completo, ni comprenderá de verdad el Sagrado Corán, sin la guía de los Imames (BP). Mientras que cuando el Profeta (BPDyC) unió el dedo índice y el dedo medio de una sola mano quiso significar que hay una prueba, que reconocer a la Buena guía de los Imames (BP) no es algo de por sí facilitado, sino más bien que el hombre será probado en ello. Porque no están juntos de suyo, sino que el intelecto debe reconocer la unidad de ambas cosas, y seguir así la Buena guía. Por último, cuando aconseja no prevalecer sobre la Descendencia Profética, los Imames impecables (P), esto está evidenciado a través de toda la historia, donde el error comenzó con la discrepancia y rebeldía contra Alí Ibn Abi Talib (BP), y luego siguió con la usurpación del gobierno de los musulmanes por parte de los opresores hipócritas. Y por fin, hoy termina con el debilitamiento de la Ummah, la comunidad de todos los musulmanes, debido a la ausencia del Imam (BP) en el gobierno, y en la guía espiritual de todos los musulmanes, excepto de quienes lo reconocen.

Fin

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[1] En el Islam se distingue entre "Mensajero", que trae una ley, y "Profeta", que solamente viene a mantenerla, o a renovarla, o a reiterarla. Por su parte, la distinción que realizan los Imames de la Descendencia profética (P), entre "Mensajero" y "Profeta", se basa en el medio que les permite recibir el Mensaje, sea durante la vigilia o el sueño.

[2] El término «política» en castellano viene del griego, y significa organizar y atender a todo lo que hace a la ciudad. En árabe «siása», «política», viene de «sása», con el significado de «la conducción de cualquier asunto» para lograr su objetivo.

[3] Obra de Imad Al-Din Al-Saiuti, sabio egipcio del siglo 16 d.C., llamada en árabe Al-Durr al-Manzúr, que es tomada como fuente básica y citada frecuentemente por el Imam Muhammad Husain Al-Tabatabáì, en su renombrada obra Al-Mizán fi Tafsír Al-Qur`án, La balanza justa en la exégesis del Sagrado Corán.

4 Magisterio viene de "maestro", hacerse maestro de la gente.

5 En Estados Unidos al gobierno se le llama «la administración de fulano de tal», y el presidente se parece a un gerente de banco, el banco más grande, que comprende todo el país. Es el representante de los intereses más poderosos, no un conductor.

6 E inclusive, quizás, la naturaleza tampoco lo permita del todo, porque siempre hay irregularidades, como por ejemplo algún desastre natural, alguna anormalidad que no permite una justicia perfecta en la tierra. Pero pensamos que en la Restauración, cuando aparezca el Imam Al-Mahdí (BP), tenemos prometido el estado de mayor justicia posible en la tierra. Entonces también la naturaleza se va a reformar, habrá un cambio de clima, un cambio en la producción de la tierra, que va a ser mucho más floreciente, a pesar de que hoy es muy fructífera. Se van a descubrir los tesoros ocultos, como dicen las tradiciones, a pesar de que hoy el hombre cree que dominó toda la riqueza. Todavía hay tesoros inmensos que no han sido descubiertos. El hombre de hoy arañó no más un poco de la superficie con su ciencia salvaje y su técnica bárbara, pero no sabe aprovechar toda la riqueza oculta. Se van a descubrir nuevas técnicas, procesos muy importantes, y a ello van a contribuir fundamentalmente los pueblos amarillos, que se harán por entonces musulmanes.

 

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